Hoy ha sido uno de esos días en los que literalmente hubiese sido mejor no levantarse de la cama. Mi día ha sido una real mierda y gracias a mi chica que me anima más que nada en el mundo voy con la cabeza bien alta.
Y una buena forma de terminar de alegrarme es con música, y con el enorme Eric Sardinas, al que espero ver pronto en directo.
Me encanta la pasión que pone este hombre cuando toca, porque da todo lo que tiene, se entrega a la música, se le nota en cada gesto, en cada gota de sudor.
Este tema se lo quiero dedicar (aunque no sea mío) a mi chica Raquel. No se que haría sin ella. Me da fuerzas cuando no las tengo.
Un grande, disfrutad de la canción, que no tiene desperdicio.
Little Bastard.